Nayra Iglesias y su equipo se enfrentan a un nuevo reto, el diseño de un espacio gastronómico innovador situado en pleno corazón de Madrid.

Este nuevo local tiene como objetivo sorprender y trasladar al comensal a un entorno mágico y subacuático

El restaurante cuenta con una barra de bar y un espacio de comedor en el que se han creado dos ambientes diferenciados.

El primer ambiente se encuentra ubicado en la zona central donde una mesa colectiva de más de 4 metros de longitud, invita a los clientes a compartir aventuras con otros comensales.

Sobre esta inusual mesa flota una extraordinaria lámpara-escultura formada por 150 peces de porcelana que han sido elaborados de forma artesanal.

El espacio central del restaurante se colmata con un revestimiento metálico plegado y reflectante que reproduce las ondas del mar.
En contraposición con el espacio central, en los laterales de la sala se puede disfrutar de una experiencia gastronómica más íntima con mesas de hasta 4 comensales.

Esta zona rodeada de peceras, sumerge al cliente en un sugerente y relajante ambiente envuelto/potenciado por un hilo musical corporativo y un estudiado sistema lumínico.

El restaurante es un espacio acogedor y sofisticado en el que predomina el uso de materiales cálidos, como las mesas de madera maciza y los paneles de roble de las paredes, que a su vez dotan al conjunto de una perfecta acústica.

Este nuevo concepto de interiorismo se vive a través de la luz.

Jugando con los reflejos, intensidades y colores se consigue sumergir al espectador en otra dimensión.

Toda una experiencia sensorial para disfrutar de lo mejor del mar.